NUEVAS TECNOLOGIAS EN LA ROBOTICA
Un joven austríaco de veinte años se va a convertir en el primer europeo portador de prótesis de brazo dirigidas directamente por el cerebro y que han sido desarrolladas por una empresa germana en su centro de investigación en Viena (Austria).
Christian Kandlbauer, un mecánico que a consecuencia de un accidente con corriente eléctrica de alta tensión perdió ambos brazos, podrá volver de esta manera a ejercer su profesión, ya que las prótesis le permiten mover los brazos y las manos sin movimientos bruscos.
El joven, al que le fue amputado un brazo desde el hombro y otro desde encima del codo, es el primer europeo en beneficiarse de este invento, y la tercera persona en todo el mundo.
"De ahora en adelante volveré a hacerlo todo sin ayuda ajena. Nadie puede imaginarse cómo es necesitar siempre alguien para ir al baño, para comer y para lavarse", comentaba el muchacho a la par que añadía que esta novedad les aporta una nueva calidad de vida a las personas como él.
Hasta la fecha las prótesis tan sólo permitían tres posibilidades de movimiento: abrir y cerrar la mano, levantar y bajar el codo así como girar la mano, y había que realizarlos uno tras otro, y no simultáneamente. Sin embargo, el nuevo brazo del muchacho tiene siete articulaciones y puede mover varias al mismo tiempo, sólo con pensar en ello, para poder ejercer una maniobra gracias a la intuición, explicaba el cirujano que ha llevado a cabo las intervenciones preliminares necesarias.
En los hombros, el joven tenía todavía restos de los nervios que llevaban a los brazos y transmitían los impulsos del cerebro, restos que los médicos han trasladado a los músculos del pecho que reciben ahora las señales para ser registrados por unos electrodos y desencadenar los movimientos correspondientes.
Llego vía The Register a un experimento de DARPA, descrito en una crónica deDefense Industry Daily, que permite visualizar un futuro en el que muchas tareas de todo tipo pueden acabar siendo desarrolladas por robots: en un procedimiento de suma complejidad como el repostaje de aviones en vuelo, los pilotos robot ofrecen un porcentaje de acierto notablemente superior al de los humanos con mucha experiencia. En la tarea, descrita habitualmente por los pilotos de manera coloquial como “taking a running fuck at a rolling doughnut”, el robot fue perfectamente capaz de predecir el movimiento del embudo en todas las condiciones, incluidas algunas en las que un piloto ni siquiera lo intentaría, como mientras se describían curvas. A más de 400 Km/h. y 5.000 metros de altura, los pilotos robot fueron perfectamente capaces de repetir la operación dieciocho veces sin errores, un índice de aciertos que no consiguen ni los pilotos más experimentados (con el detalle, como dice el artículo original, que cuando los pilotos militares alcanzan ese grado de adiestramiento, se van a la aviación civil a cobrar sueldos más elevados y hay que entrenar a otros nuevos). Durante el experimento, un piloto de carne y hueso estuvo presente en la cabina por cuestiones de seguridad, pero su participación no fue necesaria en ningún momento.
El resultado de la prueba acerca la posibilidad de sustituir a los militares humanos por robots en todo tipo de situaciones de riesgo, incluidas aquellas que se desarrollan en lugares lejos del radio de acción de los vuelos directos, o incluso mantener aviones operativos en vuelo durante tiempos largos sólo limitados por las necesidades de mantenimiento. Pero también abre las posibilidades de especular acerca del número de tareas manuales de complejidad igual o inferior que podrían ser desarrolladas por robots parecidos en muchas otras circunstancias de la vida cotidiana: el desarrollo de robots, lógicamente, altera dramáticamente la estructura de costes de cualquier tarea: mientras un desarrollo de tarea realizado por humanos mantiene un esquema de coste constante sólo moderado, según una función asintótica, por la curva de la experiencia, la tarea desarrollada por robots obliga a una inversión inicial muy alta en forma de desarrollo, programación y ajuste, pero mantiene posteriormente una curva constante y reducida. ¿Cuántas de las tareas manuales que hoy conocemos estarán, en un futuro, desarrolladas por robots?
Amar a un robot con aspecto de humano, hecho a la medida y con una personalidad y carácter programables parecen cosa de ciencia ficción. Sin embargo, como toda tecnología, puede ser cuestión de tiempo. Dentro de unas décadas, el ser humano podría tener amantes robóticos, con los que no sólo se acostaría sino que podría llegar a desarrollar algo parecido al amor, según los expertos que acudieron al 'Primer Congreso sobre relaciones entre humanos y robots' celebrado en Holanda el pasado fin de semana.
El experto en inteligencia artificial David Levy, uno de los expositores con más renombre de este atípico congreso, aseguró que tener sexo con un robot e incluso algo tan disparatado como enamorarse de él, podría ser factible dentro de cuarenta años. Levy, promotor desde hace años de este tipo de relaciones futurísticas, cree que estas relaciones serán posibles gracias a la tendencia a construir robots cada vez más humanizados.
Sin tener complejo de utópicos o de futuristas, David Levy y otros expertos en inteligencia artificial de Austria, Canadá, Irlanda, Holanda, Reino Unido, Singapur y EEUU participaron un congreso único y sin precedentes organizado por la Universidad de la ciudad holandesa de Maastricht, según información recogida por Otr/press del periódico local 'De Limburger'.
Durante las conferencias y mesas redondas, algunas con títulos tan disparatados como 'Yo robot, tú Jane', los participantes del congreso han escuchado teorías como las de Levy, quien se atrevió cual Nostradamus a dar lugar y fecha de la posibilidad de una unión legal entre robots y humanos. "Mi predicción es que alrededor del 2050, el estado de Massachussets será el primero en legalizar los matrimonios con robots", dijo David Levy días antes de presentar su tesis doctoral.
MARIDO Y ROBOT
Para llegar a estas afirmaciones, Levy tuvo que emplearse a fondo y basar sus teorías del futuro de la robótica y la inteligencia artificial en otras ciencias como la estadística, la psicología, la sexología o la sociología. En 'Sexo y amor con robots', título de su último libro, Levy predice que los robots se volverán más humanos en la apariencia, funciones y personalidad que mucha gente se enamorará de ellos, tendrá sexo con ellos y hasta se casará con ellos.
Pero frente a estas afirmaciones, a Levy le han salido detractores, como el roboticista Ronald Arkin del Instituto de Tecnología de Georgia, quien en octubre del año pasado no daba crédito a las declaraciones del investigador holandés. "Si tú me preguntas si los humanos querrán casarse con un robot, mi respuesta sería probablemente no. Pero habrá gente para todo. Hay personas que ahora mismo se casarían con algún juguete sexual", decía Arkin en 2007 al portal 'Livescience.com'.
Amar a un robot con aspecto de humano, hecho a la medida y con una personalidad y carácter programables parecen cosa de ciencia ficción. Sin embargo, como toda tecnología, puede ser cuestión de tiempo. Dentro de unas décadas, el ser humano podría tener amantes robóticos, con los que no sólo se acostaría sino que podría llegar a desarrollar algo parecido al amor, según los expertos que acudieron al 'Primer Congreso sobre relaciones entre humanos y robots' celebrado en Holanda el pasado fin de semana.
El experto en inteligencia artificial David Levy, uno de los expositores con más renombre de este atípico congreso, aseguró que tener sexo con un robot e incluso algo tan disparatado como enamorarse de él, podría ser factible dentro de cuarenta años. Levy, promotor desde hace años de este tipo de relaciones futurísticas, cree que estas relaciones serán posibles gracias a la tendencia a construir robots cada vez más humanizados.
SEXO CON ROBOTS EN EL 2050
Sin tener complejo de utópicos o de futuristas, David Levy y otros expertos en inteligencia artificial de Austria, Canadá, Irlanda, Holanda, Reino Unido, Singapur y EEUU participaron un congreso único y sin precedentes organizado por la Universidad de la ciudad holandesa de Maastricht, según información recogida por Otr/press del periódico local 'De Limburger'.
Durante las conferencias y mesas redondas, algunas con títulos tan disparatados como 'Yo robot, tú Jane', los participantes del congreso han escuchado teorías como las de Levy, quien se atrevió cual Nostradamus a dar lugar y fecha de la posibilidad de una unión legal entre robots y humanos. "Mi predicción es que alrededor del 2050, el estado de Massachussets será el primero en legalizar los matrimonios con robots", dijo David Levy días antes de presentar su tesis doctoral.
MARIDO Y ROBOT
Para llegar a estas afirmaciones, Levy tuvo que emplearse a fondo y basar sus teorías del futuro de la robótica y la inteligencia artificial en otras ciencias como la estadística, la psicología, la sexología o la sociología. En 'Sexo y amor con robots', título de su último libro, Levy predice que los robots se volverán más humanos en la apariencia, funciones y personalidad que mucha gente se enamorará de ellos, tendrá sexo con ellos y hasta se casará con ellos.
Pero frente a estas afirmaciones, a Levy le han salido detractores, como el roboticista Ronald Arkin del Instituto de Tecnología de Georgia, quien en octubre del año pasado no daba crédito a las declaraciones del investigador holandés. "Si tú me preguntas si los humanos querrán casarse con un robot, mi respuesta sería probablemente no. Pero habrá gente para todo. Hay personas que ahora mismo se casarían con algún juguete sexual", decía Arkin en 2007 al portal 'Livescience.com'.
En 2050 habrá robots antropomorfos con más inteligencia que los seres humanos de ese tiempo
La idea quizás asuste a algunos: expertos predicen que para el año 2050 las máquinas serán más inteligentes que el ser humano, al irse cortando la brecha entre las máquinas y el hombre.
Habrá robots más inteligentes que los humanos antes de 50 años. Es la predicción de Justin Rattner, director tecnológico del fabricante de microprocesadores Intel, durante la presentación del Foro de Desarrollo de Intel en el que se analizó cómo se espera que la tecnología reduzca la brecha entre el hombre y las máquinas.
"No hay duda de que una de las cosas que ocurrirán en los próximos 40 años es que lograremos acortar la distancia entre las máquinas y la inteligencia humana", dijo a la BBC Justin Rattner. En el Foro se presentaron las investigaciones tecnológicas que lleva a cabo Intel.
"La capacidad del ser humano para comunicarse con las máquinas y de éstas para comunicarse con el ser humano será mucho más eficiente", agregó. Rattner afirma que "quizás nos estamos acercando a un punto de inflexión donde el ritmo de los avances tecnológicos se está acelerando a una tasa exponencial. Y en un futuro no muy distante, las máquinas podrían incluso superar a los humanos en su capacidad de razonamiento".
La idea del Foro de Desarrollo es presentar los avances tecnológicos que se están llevando a cabo en Intel. Robots personales. Según Justin Rattner, la compañía está investigando en el campo de la interacción social, la robótica, el incremento de la comunicación inalámbrica, la comunicación por señales y mejores sensores que ayuden a una computadora a "sentir" el mundo que la rodea. Gracias al desarrollo de mejores sensores, los robots ya pueden "sentir". Los laboratorios de Intel, dijo Rattner, también están investigando nuevas interfaces humano-máquina y sus futuras implicaciones en la computación. Durante el Foro, los investigadores de Intel presentaron algunos de los proyectos que se están llevando a cabo para acercarnos cada vez más a "La singularidad".
Se está buscando, por ejemplo, crear robots más personales para que puedan desempeñar un papel cada vez más preponderante en la vida diaria. Para eso se necesita que los robots sean más "conscientes" del medio que los rodea, que sean capaces de "sentir" objetos, incluso antes de tocarlos y de reconocer movimientos en un mundo físicamente dinámico. En el Foro se mostró un brazo robótico que puede "sentir" una manzana colocada frente a su mano, tomar la fruta y dejarla caer en la otra mano. Esto se ha logrado gracias al desarrollo de mejores sensores. Microrrobots.
Los científicos también presentaron la investigación que llevan a cabo sobre materia programable. Esta tecnología utiliza miles de millones de robots microscópicos, capaces de tomar la forma de distintos materiales. Intel promete liberar al usuario de cables y enchufes. Es una especie de plastilina, pero inteligente y animada, con la cual podría ser posible que un aparato cambie de forma física para satisfacer las necesidades del usuario. Por ejemplo, dicen los investigadores, algún día quizás será posible tener una computadora que podamos llevar fácilmente en nuestro bolsillo y también estirarla y colocarla en el escritorio convertida en un portátil de tamaño tradicional.
"El progreso en los próximos 100 años -afirma el señor Rattner- no será similar al progreso de los últimos 100 años". "Literalmente estamos presenciando cómo avanza la tecnología a un ritmo cada vez más acelerado". "Y los humanos y las máquinas ya estamos atravesando el abismo que nos separa", concluye Rattner.
"No hay duda de que una de las cosas que ocurrirán en los próximos 40 años es que lograremos acortar la distancia entre las máquinas y la inteligencia humana", dijo a la BBC Justin Rattner. En el Foro se presentaron las investigaciones tecnológicas que lleva a cabo Intel.
"La capacidad del ser humano para comunicarse con las máquinas y de éstas para comunicarse con el ser humano será mucho más eficiente", agregó. Rattner afirma que "quizás nos estamos acercando a un punto de inflexión donde el ritmo de los avances tecnológicos se está acelerando a una tasa exponencial. Y en un futuro no muy distante, las máquinas podrían incluso superar a los humanos en su capacidad de razonamiento".
La idea del Foro de Desarrollo es presentar los avances tecnológicos que se están llevando a cabo en Intel. Robots personales. Según Justin Rattner, la compañía está investigando en el campo de la interacción social, la robótica, el incremento de la comunicación inalámbrica, la comunicación por señales y mejores sensores que ayuden a una computadora a "sentir" el mundo que la rodea. Gracias al desarrollo de mejores sensores, los robots ya pueden "sentir". Los laboratorios de Intel, dijo Rattner, también están investigando nuevas interfaces humano-máquina y sus futuras implicaciones en la computación. Durante el Foro, los investigadores de Intel presentaron algunos de los proyectos que se están llevando a cabo para acercarnos cada vez más a "La singularidad".
Se está buscando, por ejemplo, crear robots más personales para que puedan desempeñar un papel cada vez más preponderante en la vida diaria. Para eso se necesita que los robots sean más "conscientes" del medio que los rodea, que sean capaces de "sentir" objetos, incluso antes de tocarlos y de reconocer movimientos en un mundo físicamente dinámico. En el Foro se mostró un brazo robótico que puede "sentir" una manzana colocada frente a su mano, tomar la fruta y dejarla caer en la otra mano. Esto se ha logrado gracias al desarrollo de mejores sensores. Microrrobots.
Los científicos también presentaron la investigación que llevan a cabo sobre materia programable. Esta tecnología utiliza miles de millones de robots microscópicos, capaces de tomar la forma de distintos materiales. Intel promete liberar al usuario de cables y enchufes. Es una especie de plastilina, pero inteligente y animada, con la cual podría ser posible que un aparato cambie de forma física para satisfacer las necesidades del usuario. Por ejemplo, dicen los investigadores, algún día quizás será posible tener una computadora que podamos llevar fácilmente en nuestro bolsillo y también estirarla y colocarla en el escritorio convertida en un portátil de tamaño tradicional.
"El progreso en los próximos 100 años -afirma el señor Rattner- no será similar al progreso de los últimos 100 años". "Literalmente estamos presenciando cómo avanza la tecnología a un ritmo cada vez más acelerado". "Y los humanos y las máquinas ya estamos atravesando el abismo que nos separa", concluye Rattner.